Cada año, la organización ecologista Greenpeace emite el informe Guide to Greener Electronics, en el cual evalúa el compromiso por el medio ambiente que tienen las compañías de hardware más importantes del sector tecnológico, entre las que se encuentran, como no podía ser de otra manera, Nintendo, Microsoft y Sony.
Un año más, como ya venía siendo habitual, Nintendo vuelve a ser la colista de este grupo, recibiendo tan solo un 1,8 sobre 10 por parte de Greenpeace. Microsoft, que tampoco se libra, es la segunda peor compañía en lo que a ecología se refiere, y es por eso que recibe un 2,4 sobre 10. Sony, por su parte, aprueba por los pelos el examen con un 5,1, ocupando la séptima posición en un ránking de 18 compañías.
Nintendo ha recibido un cero en el apartado de reciclaje y en el de reducción de gases de efecto invernadero. Aun así, han sido encomiados por ya no utilizar PVC en el cableado interno, por el nuevo control de sustancias nocivas para la salud, y por el hecho de que el adaptador de corriente de la consola portátil DSi cumple con la normativa Energy Star. Microsoft maneja unas cifras semejantes, pero algo más equilibradas, y con mejores resultados.
Sony, que entre las fabricantes de consolas es la más ecológica, ha reducido en los últimos ocho años un 17 por ciento de las emisiones de CO2. Además, cada es mayor el uso de los plásticos reciclados en la fabricación de sus productos.
Aun así, todavía siguen siendo las compañías fabricantes de móviles, como Nokia y Sony Ericsson, las que encabezan la lista de empresas más ecológicas, obteniendo un notable como calificación de Green Peace.
Una respuesta a “Nintendo no es ecológica frente a Microsoft y Sony según Greenpeace”
[.] vuelve a estar en el vagón de cola de las empresas menos comprometidas con el medio ambiente. esa es, al menos, la conclusión que se desprende del informe Guide to Greener Electronics [.]