cursed-mountain_01

Después de su debut en Wii, Cursed Montuain, un tí­tulo desarrollado por Deep Silver, llega a nuestras tiendas para PC a un precio recomendado de 29,99 euros. Se trata de un survival horror con muchas dosis de aventura pero de acción limitada que llevará al jugador a recorrer las zonas más mí­sticas y misteriosas del Himalaya tibetano. Con una estética similar a tí­tulos como Resident Evil, Cursed Mountain constituye una nueva adaptación para ordenador de un juego que ha triunfado previamente en otras plataformas.

La historia nos sumergirá en la piel de un personaje que busca a su hermano desparecido en la cadena montañosa, después de perderse intentando conseguir una reliquia oculta en estas lejanas tierras. Todo el potencial del juego radica en su capacidad para generar terror psicológico: no hay muertos, ni sangre, ni monstruos, pero sí­ una historia apasionante que llevará al protagonista a enfrentarse a lo desconocido, a superar sus propios miedos y a debatirse entre lo real, lo imaginario y lo fantasmagórico.

coursed-mountain_02

Una de las caracterí­sticas más notables de Cursed Mountain es su dominio y puesta en escena de la religión budista y de las costumbres tibetanas. Sus creadores han sabido dotar a la historia de los elementos reales de esta cultura, integrando acertadamente sus ritos y costumbres en la historia del juego. De hecho, del correcto dominio de estos ritos dependerá el progreso del protagonista quien, en esta ocasión, mediante el ratón y el teclado, deberá completarlos para superar cada una de las pruebas.

Otro de los aspectos en los que Deep Silver ha puesto énfasis ha sido en el sonoro. Además de una música potente acorde con el argumento y de un muy logrado sonido ambiente, la introducción de voces en off con idioma tibetano, consigue aportar un toque de misticismo muy recomendable en tí­tulos de esta naturaleza. Por el contrario, cabe destacar que el aspecto gráfico del juego no es ni mucho menos sobresaliente. No se han aprovechado las capacidades técnicas que ofrecen los ordenadores de hoy dí­a, por lo que gráficos y los colores del juego en general, y de sus ví­deos en particular, dejan mucho que desear.