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Microsoft está preparando una nueva actualización para su consola de sobremesa Xbox 360. Se trata de una versión renovada del software que la controla y que se verá modificado para que pueda leer el nuevo formato de discos. Con ellos la compañí­a americana pretende acabar con la piraterí­a de una vez. Estos discos traen en su inicio una zona en la que se detecta que son originales y que no puede ser reproducida en las copias que pueda crear la gente para tener el juego de forma gratuita. Todaví­a no se sabe cuando estará disponible.

Sin embargo esta nueva versión puede acarrear problemas para algunos usuarios. Y es que ahora mismo la actualización se encuentra en una fase de pruebas. Pues bien, según han desvelado algunos de estos testers, habrá algunas consolas que se queden inservibles. Esto sucederá porque serán incapaces de leer el formato de los nuevos discos. Por ello Microsoft ha comunicado que cuando esté disponible para todo el mundo, algunos tendrán que cambiar su consola, algo de lo que se hará cargo la propia compañí­a.

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Esto quiere decir que si cuando actualices tu consola tienes algún problema, podrás cambiarla por otra que suministrará Microsoft de forma gratuita. Según explica la compañí­a las consolas incapaces de leer discos muestran un mensaje de error al introducir uno cualquiera de los nuevos. Desde la página web de Xbox 360 habrá más información sobre cómo realizar el cambio de la consola.

Microsoft también ha informado que espera que sean pocas las Xbox 360 que se vean afectadas. En cuanto a la actualización, castigará también a los que hayan modificado algún componente o parte de su software. Por otra parte, los juegos antiguos que se venden en los discos que no traen la nueva protección, seguirán funcionando perfectamente. Aunque Microsoft indica que podrí­a tener un método para saber cuáles son copias ilegales y cuales no.

ACTUALIZACION: Microsoft nos ha hecho saber que estos problemas no son de una futura actualización, sino de una actualización anterior (sin especificar). Problemas que, efectivamente reconoce la propia Microsoft, «impiden que se puedan reproducir juegos». Y añade que «cualquier poseedor de una Xbox 360 que se vea afectado por este problema puede ponerse en contacto con Microsoft desde su página de contacto