Seguir una serie de sencillas normas puede impedir que una buena partida quede arruinada. Jugar en Internet es una experiencia trepidante que, a pesar de lo que pueda parecer, no está exenta de peligros. Un tercio de los usuarios suele practicar juegos en lí­nea habitualmente, por lo que están expuestos a las mismas amenazas de seguridad que el resto de los internautas.

Para que jugar en Internet no se convierta en un quebradero de cabeza, no viene mal conocer cuáles son los riesgos más comunes y cómo evitarlos. El primero de ellos es el robo de contraseñas a través de técnicas de phising. Los personajes y los bienes virtuales son objetos codiciados por parte de los ciberdelincuentes, que pueden lucrarse vendiéndolos en subastas. Es conveniente asegurarse de entrar en el sitio del juego tecleando directamente la dirección en el navegador, e ignorar los mensajes de correo que solicitan cambios de contraseñas.

El malware es otro de los grandes riesgos, que afecta a ordenadores, pero también a smartphones y consolas con conexión a la Red. Sin que el usuario lo sepa, puede tener troyanos instalados en su sistema dedicados a interceptar toda la información transmitida para posteriormente extraer ventajas económicas vendiendo datos personales, códigos o números de tarjetas de crédito.

El malware puede infectar también los parches ilegales o cracks que circulan por Internet. Ontinet, el distribuidor en España de las soluciones de seguridad de la compañí­a ESET, aconsejan no descargar ni ejecutar esa clase de archivos. Los mods, que mejoran determinadas caracterí­sticas de los videojuegos, son otra posible fuente donde se esconden los virus, los troyanos y otros códigos maliciosos.

Usar conexiones gratuitas para jugar en lí­nea puede salir muy caro, si el usuario olvida las medidas básicas de seguridad. Acceder al sitio del videojuego favorito desde una conexión desprotegida posibilita que los datos (usuario y contraseña) acaben en manos de ciberdelincuentes.

Como regla general, para todos los usuarios de videojuegos en lí­nea, desde Ontinet recomiendan instalar un cortafuegos y un antivirus en el equipo o dispositivo que sirva para jugar (ordenador, consola o smartphone), y mantenerlos siempre al dí­a. También es necesario actualizar el sistema operativo e instalar todos los parches disponibles de los juegos favoritos según vayan saliendo.