Durante estas navidades, los videojuegos se convertirán un año más en uno de los productos más regalados, siendo la ilusión de los más pequeños de la casa y de los no tan pequeños. No obstante, hay un factor clave que tanto padres como tutores en general suelen pasar por alto a la hora de comprar un videojuego a un niño, y que vamos a tratar de explicaros en TuexpertoJuegos clara y concisamente. El sistema de clasificación europeo PEGI, está presente en más de 30 paí­ses y se utiliza para etiquetar los diferentes videojuegos teniendo en cuenta su contenido, facilitando así­ al consumidor la correcta compra del juego en función de la edad que tenga el niño al que vaya destinado.

No basta con que el niño quiera un videojuego y se lo compremos sin más. Al igual que los padres se preocupan de que su hijo no vea una pelí­cula pornográfica o demasiado sangrienta, el deber educativo exige que los videojuegos no sean una excepción. En muchas ocasiones, nuestros pequeños se encuentran con escenas y situaciones que no son aptas para su edad, por el simple hecho estar jugando a un videojuego que ha sido mal elegido. Los sellos PEGI que vienen impresos en todos los videojuegos, se rigen por un código de colores. Las etiquetas de color verde están indicadas para públicos jóvenes, mientras que la gama del rojo advierte de determinados contenidos no aptos para niños pequeños. Vamos a explicaros todas y cada una de ellas, para que estas navidades acertéis con el videojuego de vuestro hijo. Quizás no es el que os ha pedido, pero casi seguro que él se divertirá lo mismo mientras vosotros dormí­s con la seguridad de saber que el pequeño no juega con un contenido inapropiado.

Call of Duty Black Ops

No deberí­a haber ningún problema a la hora de comprar un juego para encontrar fácilmente la etiqueta PEGI en su carátula. Este sistema de calificación europeo está respaldado por los principales fabricantes incluidos Sony, Microsoft y Nintendo, así­ como otros editores y desarrolladores de toda Europa. Las etiquetas PEGI están visibles tanto en la parte delantera como trasera de la caja del juego, e indican los siguientes niveles de edad: 3,7,12,16 y 18. A continuación os explicamos uno por uno para que sepáis qué se puede encontrar el niño al jugar con un videojuego etiquetado con cada uno de estos niveles.

PEGI 3: son videojuegos aptos para todos los grupos de edades. En ellos no debe haber ningún tipo de imagen o sonido capaz de asustar a niños pequeños, así­ como lenguaje soez. Por otra parte, estos videojuegos aceptan un cierto grado de violencia, aunque ésta no va más allá de las tí­picas caí­das y situaciones cómicas vistas en dibujos animados tipo Bugs Bunny o Tom y Jerry. Los personajes del juego son de fantasí­a y el niño no deberí­a poder relacionarlos con personajes de la vida real. En definitiva, videojuegos para toda la familia y sobre todo para el entretenimiento de los más pequeños de la casa.

PEGI 7: esta categorí­a de juegos es muy similar a PEGI 3, con la diferencia que en ocasiones sí­ pueden contener escenas o sonidos que pueden asustar a los niños, todo dentro de la diversión de la aventura a la que se esté jugando.

PEGI 12: estos videojuegos no están recomendados para adolescentes menores de 12 años, ya que pueden contener violencia algo más gráfica, generalmente hacia personajes de fantasí­a. Así­ mismo, pueden contener otro tipo de violencia no gráfica hacia personajes de aspecto humano o hacia animales reconocibles. También pueden contener un ligero grado de desnudez y un lenguaje soez que en ningún caso debe contener palabrotas sexuales.

PEGI 16: en esta categorí­a se engloban todos aquellos juegos no aptos para menores de 16 años. El motivo es que los niveles de violencia o actividad sexual pueden alcanzar un nivel equiparable a lo que cabria esperar en la vida real. En estos videojuegos podrí­a encontrarse personajes que pueden hacer uso de drogas y tabaco, así­ como utilizar un lenguaje más soez. Diversas actividades delictivas también pueden ser representadas en esta categorí­a.

PEGI 18

PEGI 18: Un alto porcentaje de menores españoles están ahora mismo jugando a videojuegos con esta etiqueta PEGI, unos juegos que como la propia etiqueta indica no son aptos para menores de 18 años. Los motivos principales están relacionados con el grado de violencia que pueden contener estos videojuegos, la cual se convierte en representación de violencia brutal. Esta violencia puede herir la sensibilidad del espectador ya que en ocasiones el nivel de sangre y brutalidad de las escenas (generalmente hiperrealistas) es muy alto.

Para explicar el motivo de por qué un juego ha recibido una categorí­a de edad concreta, en el reverso de las cajas aparecen impresos 8 descriptores diferentes: violencia, lenguaje soez, miedo, drogas, sexo, discriminación, juego y juego en lí­nea con otras personas.

descripciones pegi

Lenguaje soez: el juego contiene palabrotas

Discriminación: el juego contiene representaciones discriminatorias, o material que puede favorecer la discriminación

Drogas: el juego hace referencia o muestra el uso de drogas

Miedo: el juego puede asustar o dar miedo a niños

Juego: juegos que fomentan el juego de azar y apuestas o enseñan a jugar

Sexo: el juego contiene representaciones de desnudez y/o comportamientos sexuales o referencias sexuales

Violencia: el juego contiene representaciones violentas

En lí­nea: el juego puede jugarse en lí­nea

Esperemos que os haya sido útil esta información y podáis desde ahora elegir mas fácilmente aquel videojuego que mejor se adapta a la edad de vuestro hijo. Si comenzamos por nosotros mismos, y tenemos en cuenta estas importantes recomendaciones, es posible que los videojuegos lleguen un dí­a a ser exculpados de los males que muchos aseguran que causan, cuando no son sino un modo de entretenimiento apasionante que educa, divierte, impresiona y emociona. Para ello es muy importante que cada juego acabe en el público adecuado, algo que se consigue con echar un rápido vistazo a las etiquetas de calificación PEGI que tanto se pasan por alto. Si alguno de los lectores de este articulo tiene esto en consideración, habrá merecido la pena escribirlo.

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