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No, no hace falta que miréis la fecha, no estamos a 28 de diciembre, no es el dí­a de los inocentes y no se trata de ninguna broma. El mismí­simo Sam Fisher fue reducido por la policí­a mientras huí­a en una espectacular persecución, vamos por partes. Todo se reduce a una accidentada campaña publicitaria para el nuevo Splinter Cell Conviction, el juego de acción en tercera persona recientemente puesto a la venta para PlayStation 3 y Xbox 360.

Ubisoft, distribuidora de Splinter Cell, contrató en Nueva Zelanda a la empresa Monaco Corp, para que llevara a cabo una realista caracterización del protagonista de Splinter Cell. El acto se llevó a cabo en un lugar público y terminó con la gente chillando y la policí­a de Auckland llegando al lugar. La historia no tiene desperdicio.

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La idea era buena y muy sencilla, un actor caracterizado como el espí­a Sam Fisher apareció en un lugar público de Auclakan y se puso a correr simulando que era perseguido. El problema vino cuando el actor saco un arma ficticia, lo que provocó el pánico general y el aviso a las autoridades. La policí­a llego rápido al lugar y redujo al actor como si se tratase de un terrorista ante el asombro del público que contemplaba la escena. Todo un caos.

Monaco Corp, la empresa contratada por Ubisoft para llevar a cabo este acto publicitario dice que ellos a su vez subcontrataron a una empresa publicitaria especializada en este tipo de eventos y que no sabí­an que se iba a utilizar un arma. Ubisoft por su parte ha afirmado no haber tenido conocimiento de estas acciones y ha mostrado su total rechazo ante este hecho. Con culpa o sin ella, misión cumplida ya que Splinter Cell Conviction está hoy en boca de medio mundo. Publicidad conseguida.