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En TUEXPERTOJUEGOS ya te contamos que la nueva entrega de Dragon Ball: Raging Blast está en camino. Este juego de lucha basado en los espectaculares combates procedentes del manga y el anime original se estrenará en 2011, conservando en sistema de juego procedente de la licencia Tenkaichi (la última que reflejó fielmente la serie de animación japonesa). Se llamará Dragon Ball: Raging Blast 2, y ya hemos tenido acceso a las primeras imágenes de lo que será este juego cargado de adrenalina.

En las capturas, que no sabemos si corresponden a la edición de Xbox 360 o PlayStation 3 (consolas para las que saldrá este tí­tulo), vemos que se mantiene la limpieza en la interfaz de combate, que en Dragon Ball: Raging Blast se redujo drástica y funcionalmente a un indicador circular que condensaba la información de ki (el indicador con el que hacer llamativos combos y ataques especiales), de esencia vital y de orbes de potencia. También vemos que los gráficos han sido sutilmente mejorados. El nivel de detalle es ahora, si cabe, mucho mayor que en entregas anteriores, e incluso se han permitido el lujo de incorporar sombras diluidas en las ropas de los personajes y reflejos en los perfiles más iluminados de sus atuendos.

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Los escenarios, realmente, no han sufrido demasiada variación. Parece, al menos en estas capturas, que han mejorado las perspectivas y los planos de profundidad, aunque no será realmente apreciable hasta que no lo juguemos, ya que el factor de la cámara (mareante y caótica en Dragon Ball: Raging Blast) parece que será otro de los erorres a batir en esta edición de Dragon Ball: Raging Blast 2.

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Eso sí­, continuando con los escenarios, un punto de especial interés en Dragon Ball: Raging Blast 2 es la capacidad de interacción con el entorno durante los combates. Además de seguir la estela de tí­tulos anteriores, y permitir el desarrollo de la lucha en tierra, mar o aire, Dragon Ball: Raging Blast 2 incluirá la opción de destruir los entornos a placer.

Este punto imprimirá mucho más atractivo cuando finalicemos uno de los combos finales y nuestro enemigo salga despedido por los aires para darse de bruces con una hilera de edicifios que irán derrumbándose a su paso.