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Desde que se produjo su anuncio oficial, poco hemos vuelto a saber de la nueva consola portátil de Sony, destinada a suceder a la actual PSP. Con el nombre temporal de NGP (antes PSP 2), esta nueva portátil vendrá dispuesta a plantar cara a Nintendo y su arrollador estreno con su flamante 3DS, que actualmente está agotada en Japón. A priori, la potencia mostrada por NGP y el fuerte respaldo de Sony, podrí­an ser argumentos suficientes para el triunfo de su nueva portátil. Pero hay quien no piensa lo mismo.

La semana pasada, un analista especializado en el mundo de los videojuegos, Michael Patcher, se refirió a la NGP como la crónica de una muerte anunciada. Cargó contra la nueva portátil de Sony, augurando su muerte antes incluso de salir al mercado. Declaraciones contundentes y un tanto atrevidas, algo habitual en Patcher. No obstante, sus palabras han sido apoyadas por boca de Neil Young, presidente de la compañí­a Ngmoco, quien coincide con Patcher en que la nueva NGP «está muerta antes de nacer». Claro que hablamos del portavoz de una empresa que se dedica exclusivamente a hacer juegos para móviles iPhone y Android. No una empresa de juegos de videoconsolas.

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Antes estas palabras, quizás valga la pena apuntar, que el señor Neil Young, es directivo de una compañí­a que nutre de juegos el bazar de Apple y que tras sus palabras, sabemos que no tienen intención de desarrollar ninguno para NGP.

Está claro que pese a la gran calidad que están ofreciendo últimamente los juegos para iPhone, la experiencia de jugar en una consola portátil, con su correspondiente tamaño de pantalla, y sus controles fí­sicos, siguen estando a bastante distancia de la experiencia en una pantalla táctil. La salida de teléfonos como el nuevo Xperia Play, podrí­an quizás dar pie a equilibrar la balanza.

Y frente a las meras opiniones, los datos relevantes. Casi 68 millones de unidades vendidas. Esta es la respetable cifra de consolas PlayStation Portable vendidas por Sony hasta la semana pasada en todo el mundo. Con este antecedente resulta difí­cil pensar que la multinacional no vaya a vestir la nueva NGP con argumentos suficientes para poner en el mercado una alternativa de altura para los amantes del juego portátil. La opinión, real, la tendrán como siempre los consumidores dentro de unas semanas.