En los últimos dí­as la siempre latente polémica que empapa y relaciona sin motivo la violencia y los videojuegos ha vuelto a surgir debido al desgraciado incidente de Noruega que conmocionado al mundo. Tal y como os contabamos ayer, varios importantes juegos entre los que se incluyen Call of Duty, han vuelto a pagar el pato por un acto atroz que absolutamente nada tiene que ver con los videojuegos.

El experto en temas de violencia Cristopher Ferguson ha asegurado que es «irresponsable y descerebrado» relacionar los juegos violentos con la violencia real. El Dr. Ferguson cree que esa teorí­a no se sostiene y que incluso hay algo de racismo en esas afirmaciones. Recordemos que el autor de la masacre que Oslo ha sido calificado como amante de los videojuegos modernos.

«Hay grupos que siempre van a acusar de todo a los videojuegos. Creo que es irresponsable y descerebrado intentar obtener una ganancia polí­tica de la tragedia de otros, pero lo van a hacer. Eso es lo que hacen. Pero incluso estos grupos han estado más tranquilos con la tragedia de Oslo. Cientí­ficamente, la idea de que la violencia en los videojuegos, cine y televisión contribuye a homicidios en masa es una idea desacreditada que no tiene ninguna base real. Una cosa que hemos aprendido de las investigaciones es que aproximadamente el 95% de los jóvenes han jugado a videojuegos violentos. Relacionar el jugar a juegos violentos con un homicidio en masa cuando el autor es un hombre joven es como relacionarlo con el hecho de que lleve zapatillas deportivas. El comportamiento base es tan común que no tiene ningún valor.

A estas interesantes declaraciones hay que sumar las de uno de los fundadores de la compañí­a id Software, John Carmack, quien ha afirmado «Si es que existe alguna relación, creo de verdad que existen más pruebas para demostrar que los juegos violentos reducen las agresiones y la violencia que lo contrario. Algunos estudios han apuntado que provocan un proceso de catarsis. Si vas a la QuakeCon y ves a gente y los comparas con estudiantes comunes, probablemente encuentres la gente más pací­fica del mundo». La polémica vuelve a estar servida…